El Cascanueces es el tercer ballet que el compositor ruso Peter Ilytch Tchaikovsky (1840-1893) compuso. Nació de un encargo de Ivan Vsevolozhsky director de los Teatros Imperiales que tras el éxito que había tenido el ballet de La bella durmiente (1890) quería volver a contar con nueva música del compositor. Una obra en la que Tchaikovsky trabajó con Marius Petipa -coreógrafo, bailarín, maestro y director al que se considera el padre del ballet clásico- con quien ya había colaborado en La bella durmiente y que en esta ocasión se hizó cargo, además de la coreografía -al menos en un principio pues finalmente debido a la enfermedad de Petipa la finalizaríaLev Ivanov, su primer ayudante-, del libreto firmado junto al propio Vsevolozhsky.
El libreto del Cascanueces está realizado a partir de la adaptación que hizo Alejandro Dumas padre, de un cuento de Hoffmann titulado Cascanueces y el rey de los ratones, cuya historia se desarrolla en Alemania, en la Navidad de 1850 aproximadamente, en la casa del juez Stahlbaum. Allí mientras Clara y Fritz, los hijos del matrimonio, estaban abriendo regalos aparece el viejo Drosselmayer -mago y padrino de Clara- con su sobrino y tres grandes cajas para su ahijada, en las que al abrirlas encuentra un Arlequín, una Colombina y un gran Cascanueces con forma de soldadito de madera, que sirve de pretexto para vivir un sinfín de aventuras fantásticas, con batallas de ratones y soldaditos de jengibre, cascanueces transformado en príncipe y viaje al reino del azúcar incluidos, en los dos actos en los que está estructurado el ballet.
La música que Tchaikovsky creó para este ballet fue -con unas indicaciones bastantes precisas por parte de los libretistas quienes dejaron detallado el tempo que debía tener la música e incluso la longitud de compases
concebida como pequeñas miniaturas, pequeños números independientes, dedicados a los númerosos personajes que van apareciendo en la historia y que nos trasladan a un mundo infantil, a un mundo mágico donde todo es ilusión e inocencia, a un mundo de cuento de hadas. Pero antes de ponernos con la música unos pocos datos más.
Una suite que esta compuesta por ocho números, el primero una obertura en miniatura que con su ligereza y registro agudo nos va a situar perfectamente en ese ambiente centelleante de cuento de hadas, y tras ella una sucesión de danzas: la Marcha, este es el único número que toma del primer acto, Danza del azúcar, Trepak,Danza árabe, Danza china, Danza de las flautas y el Vals de las flores.
Una de las actividades fue el visionado de un cuento, estuvieron muy atentos y ¡les encantó!
La próxima semana realizaremos unos dibujos sobre esta maravillosa obra con adaptación del cuento de Hoffmann.
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